Hace
muchos, muchos años, había un enutrof conocido como "
Kebranta-huesos ", el cual se dedicaba a viajar por el mundo en
busca de aventuras, riquezas e interesantes tesoros. Un día, mientras caminaba por el bosque,
descubrió a un joven flacucho
y con aspecto desaliñado durmiendo al pie de un árbol. Vestía
ropas blancas, tenía una corta melena pelirroja, pero lo que
sorprendió al enutrof fue la extraña máscara que el joven llevaba
puesta. Como yacía dormido, el enutrof pensó que alguien se la
habría puesto para gastarle una broma, y decidió quitársela. Se
acercó a él, se arrodilló, pero justo cuando extendió el brazo
hacia la cara del durmiente un movimiento rapidísimo de la mano de
éste le agarró el brazo, inmovilizándolo por completo.
Sorpresivamente el joven no se había despertado, ¡había hecho ese
movimiento en sueños! Pero apretaba cada vez más fuerte la muñeca
del mayor, hasta que éste no aguantó más y aulló de dolor, y el
enmascarado se despertó.
Al
poco el enutrof comprendió que aquel joven tan curioso pertenecía a
la raza de los zobal, unos creyentes del Dios Sadida que se
caracterizaban por portar una máscara, y aquella no era la única
máscara del zobal; tenía además otras dos, que le proporcionaban
distintas habilidades y cambiaban su personalidad tan radicalmente
como si se tratara de bipolaridad -o tripolaridad en este caso-.
Comprendió también que aquellas máscaras eran sagradas para los
zobal, y Gurggy -que así se llamaba aquel zobal- protegería las
suyas hasta las mismísimas puertas de la muerte.
Así,
el enutrof y el zobal se hicieron íntimamente amigos. Conocieron
también a una sadida con la cual entablaron a su vez una profunda
amistad, y junto con otros amigos que fueron haciendo en sus viajes
vivieron grandes aventuras que aún cantan los bardos a los viajeros
que paran en las posadas.
Pero
malos tiempos llegaron; un ecaflip joven y cobarde, pero sobre todo
gran hipócrita, engañó a Gurggy; fingió ser su amigo con el
propósito de robarle todos aquellos valiosos objetos que había
logrado reunir en sus aventuras. Y lo consiguió.
Kebranta-huesos
trató de animar a Gurggy y ayudarle como pudo, más el zobal estaba
demasiado decepcionado; alguien en quien había depositado mucha
confianza le había robado, traicionando así su amistad, que
realmente nunca había sido tal. La sadida decidió seguir su propio
camino, alejándose de sus amigos para siempre, y Gurggy decidió
aislarse del mundo durante mucho tiempo.
Sumido
en una profunda depresión fruto de la traición de su supuesto
amigo, el enmascarado hizo un año sabático, sin apenas salir de
casa, ni querer ver a nadie, casi cayendo en el autismo.
Pero
en medio de la negra oscuridad un haz de luz alumbró nuevamente el
alma del zobal cuando ya casi se había dejado perder completamente:
una chica. Una joven feca de cortos cabellos pelirrojos sería la
mano que le devolvería a Gurggy la chispa de la vida.
“No
sigas cayendo en ese pozo sin fondo. Despierta, Gurggy. Despierta y
enfréntate nuevamente al mundo que una vez tuviste bajo tus pies.
Mira a los dioses a los ojos y grita esperanza. Hoy será tu renacimiento. Dame la mano, brilla a mi lado. ¡Acompáñame a la luz
de un nuevo mundo!”
Por
primera vez en mucho tiempo, el zobal fue capaz de sonreír
nuevamente. Lástima que nadie pudo percibirlo por debajo de la
máscara; excepto la feca.
Después
de un año, Gurggy pudo reunirse nuevamente con algunos de sus viejos
amigos. Pero ahora, por primera vez en su historia, decidieron
empezar un proyecto grande común; No fue casualidad cuando
descubrieron el templo de los gremios. En el pasado todos habían
formado parte de uno, pero abandonaron en cuando empezaron a surgir
los problemas. Sin embargo, el tiempo que habían estado en aquel
gremio había sido, sin lugar a dudas, el mejor de sus vidas. Todos
recordaban -y anhelaban- aquellos tiempos. Ese fue el motivo que les
llevo a querer crear su propio gremio, con el objetivo de revivir
aquellos maravillosos recuerdos y compartirlos con mucha más gente.
Volver a formar, todos juntos como antaño, una familia.
Y
así nació Seven Sins.
Un gremio creado a partir de los ideales de los antiguos gremios de
Rosal; amistad, simpatía, ayuda mutua, familiaridad.
Los
fundadores del gremio procedemos de Rosal, así como otros miembros
que han venido a Edass para unirse a nosotros. Contamos con gente
nativa de Edass, incluso con gente de otros servidores hispánicos,
tales como Bolgrot, Alma o Tinieblas, entre otros.
Sin embargo, pese a las distintas procedencias de nuestros miembros, todos juntos somos una familia.
Si muy interesante ...pero la historia segira escribiendose no?...i si no la escribe una perona,quien continuara la historia?... -grom- :-)
ResponderEliminarEstos son los orígenes, tal y como dice el título. Claro que la historia del gremio sigue escribiéndose día a día, sin embargo recopilar todas esas vivencias en un blog es imposible, es una experiencia que tienes que vivir, solo puedes saber qué es Seven Sins y formar parte de su gloriosa historia si te unes a nosotros. Bueno, que te voy a contar, tu ya estás en el gremio y seguro sabes de lo que hablo ;)
ResponderEliminarSin embargo, sí es posible que escribamos algo más en el futuro, pero está por ver.
Ese yopuka pelirrojo to sexyyy ;DDD
ResponderEliminarSaludos chicos :P
Tish